viernes, 14 de agosto de 2009

Carta IV



Esta es la última carta, no por ello es conclusión, más bien todo lo contario:

Vamos a ser francos, hay que madurar y dejar de hacerse la víctima. ¿De verdad lo paso tan mal como parece? Quizás, pero todo se ve algo exagerado porque me dejo llevar por el momento. Yo y mis impulsos…

No creo que el problema sea tan grave, vamos a ser positivos. Sólo creo que suspiro por ella, pero lo que siento son ansias, o rencor o tal vez las dos cosas. Que por qué. Pues creo que es obvio, al ser rechazado y olvidarla con odio, todo eso a resurgido como un ciclón demoledor que ha arrasado con todo aquello que ha podido, y más.

Ahora lo que voy a hacer es coger todo aquello que siento y, ya que no puedo hacerlo desaparecer, lo guardaré bajo llave junto a mis sentimientos pasados y mis recuerdos olvidados. Espero que así nunca más puedan salir y confundirme.



Fin

2 comentarios:

  1. ...ese final sono algo extraño.

    ResponderEliminar
  2. justo donde duele...

    las despedidas nunca son así de placenteras, no al principio... no mientras no te resignes a la perdida, hoy que duele y que me asfixio, no sé cómo dar media vuelta sin mirar atrás, caminar sin querer regresar...

    sé que sabes lo que se siente, sólo espero yo poder sentir lo que tú cuando escribiste esto, me faltan muchas lunas llenas, muchas madrugadas, tardes, silencios... gritos, lágrimas... me falta todo, me quedo sin nada, sin fuerzas, sin ganas.

    quiero.te!

    ResponderEliminar