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Tras días sin escribir nada, vuelvo.

Nadie, nunca, nada. A veces la vida duele tanto que te gustaría ser poseedor de esas tres palabras únicamente. Construir una burbuja a tu alrededor, cerrar los ojos, dejar los recuerdos fuera, no sentir, sobre todo eso, no sentir. Pero cuando cierras la puerta a los sentimientos, lo malo se lleva también lo bueno; sensaciones buenas pasadas y las que llegarán. Y de repente, una fuerza de naturaleza desconocida (instinto de supervivencia, le dicen algunos), te devuelve los recuerdos, te abre los ojos y te hace romper esa burbuja que te mantenía a salvo y encerrado a la vez. La vida duele, pero hay que vivirla, vivirla intensamente, disfrutando cada momento e intentando que los demás la disfruten contigo. Porque, a pesar de todo merece la pena cada instante, cada momento, cada nueva oportunidad. Las personas que queremos nunca desaparecen, viven eternamente en cada recuerdo, en cada sonrisa. Para ellos, para ella va mi mejor sonrisa. Para siempre.

En espera

Vivo esperando. Vivo observando, buscando entre las miradas de la gente una que me hipnotice. Buscando una mirada que me haga no mirar nada más. Voy buscando unos labios que susurren silencios en mi noche oscura. Voy buscando unos ojos que iluminen cada mañana en mi mente. Buscando un tic-tac que suene distinto, una anomalía, algo único. Vivo esperando, buscándote entre la gente, esperando ver una huella en el camino, una rama rota entre la maleza, un lazo entre los árboles, un resplandor blanco en el bosque oscuro que no acabe siendo un vano rayo de luna. Voy buscando algo que devuelva el latir frenético a mi corazón, que devuelva la vida a mis labios, que enamore de nuevo mis ojos. Quizás ya te he encontrado, quizás nunca te encuentre, quizás aparezcas y resuelvas todo, quizás tenga que buscarte mejor… Pero sé que te necesito, que la felicidad se esconde tras una mirada llena de magia, tras unos labios llenos de deseo, tras una voz llena de música… Sólo espero que te dejes encontrar…

...

Ojalá alguien me ayudara a saber lo que quiero, siempre he creido que mi criterio me ayudará a alcanzar lo que deseo, pero tantas órdenes contrarias confunden.

Siempre es tiempo de tomar desiciones, de arriesgar lo que se tiene, que aunque poco, colorea la vida de alguna forma. Arriesgar para conseguir la verdadera felicidad, la que algún día me prometieron, la que ya no sé si en realidad exista, me da miedo pensar en que no pueda alcanzarla nunca.

Tantas ideas erroneas acerca del amor me joden la cabeza. Ya ni siquiera sé si eso existe, tal vez el amor es tan diferente a lo que creo que nunca me siento conforme... caminar por el mundo enamorado de una idea de amar me ha impedido sentir algo verdadero, tomar la desición y ser libre.

El amor no es eso que me enloqueció algún día y me dejó decepcionado, el amor no es tan rosado como lo pintan las canciones y las películas, no es perfecto. El amor debe mover el mundo de otra manera, haciendo que las cosas pasen, marcando una diferencia importante. El amor puede salvarnos si queremos.