Te necesito.

Se termina el día. Sensaciones raras en mi cerebro: alegría, malestar, pena, rabia, impotencia, sosiego, depresión..... El día no termina bien.

Tengo que tragarme las palabras para no acabar con el encanto, tú nuevamente en mi vida y hablarte es tan hermoso como pensar que estoy volando en una nube directo al sol, tan efímero como el suspirar y respirar nuevamente tu aire (tu presencia, leyendo estas líneas).

Pero no puedo. Te vas y otra vez el espacio en blanco y negro sobre mí, atrapándome.

Sólo faltó decirte algo para terminar con este mes, nuestro mes, quien diría todo lo que hemos pasado y eso que puede ser el comienzo... o el final. Hace treinta días eras un pensamiento oculto en mi mente, prohibido; que tenía miedo de salir a la luz por miedo a ser rechazado y ahora, es como el alba, como el abrir los ojos en una noche de luna llena, como mirar el mar y quedarnos petrificados.


Y nuevamente la depresión, la melancolía. Y tus ojos en mi memoria, como faroles que me guían y me dicen 'sigue caminando, mi lugar está por donde comienza la fantasía, un beso inmortal y las ganas locas de que no te vayas, porque te necesito'.

Y sí, es cierto, te necesito.

Te extraño.